Devocional familiar
«No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad»
3 de Juan 1:4
No creo que existe otro mandato en la sagrada Escritura que es más solemne que éste. Debemos enseñar a nuestros hijos la verdad de la Palabra de Dios, esto es una responsabilidad sagrada y santa que Dios ha dado a Su pueblo. Y no es algo que se debe hacer un día a la semana en la escuela dominical. No podemos abdicar la responsabilidad a la iglesia. De acuerdo a la Palabra, la responsabilidad principal de la educación de los hijos es de la familia, de los padres.1
R.C. SPROUL
«¿En dónde encaja el discipulado de mi hijo en relación a otras prioridades?». Nos rodean padres que hacen esfuerzos sobrehumanos por llegar a las prácticas de fútbol o de béisbol (¿estar a las cinco de la mañana en la cancha?). También nos encontramos con el progreso académico y las lecciones de música (¿dos instrumentos al mismo tiempo?). Podemos estar tentados a seguirlos. Si bien, podemos hablar «de dientes para afuera» acerca de discipular a nuestros hijos, la realidad llega cuando empezamos a priorizar las actividades.
El apóstol Juan expresó su corazón hacia sus hijos espirituales cuando escribió: «No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad» (3 de Juan 1:4). Aquí está el punto crucial del asunto. El primer campo de batalla en el discipulado familiar no es el corazón de mi hijo, es mi corazón. Cada padre tiene que decidir si está más preocupado porque su hijo sea aceptado en el cielo o sea aceptado en «Harvard». Todos tenemos nuestros deseos «Harvard», es decir, esos éxitos terrenales que deseamos para nuestros hijos, pero la pregunta permanece: ¿qué es más importante para mí? Cada padre tiene que completar la oración: «No tengo mayor gozo que...».
Tendría que enfatizar que el desafío de las prioridades no es, por lo general, lo bueno versus lo malo, sino lo bueno versus lo mejor. En base a una cantidad finita de tiempo, energía y dinero, ¿qué elegiría usted?2
CHAP BETTIS
Pastor y autor de “The Disciple-Making Parent” («El padre discipulador» por su título en inglés)