Dios y Padre todopoderoso, Señor nuestro y Salvador resucitado Jesucristo,
Venimos ante ti con el corazón apesadumbrado por tu sufrimiento y muerte, pero rebosante de alegría pascual por la victoria obtenida en tu resurrección.
Tú gemiste con fuertes gritos y lágrimas para que nosotros podamos cantar una canción de celebración.
Soportaste el ridículo y los insultos para que podamos gritar con alabanza.
Tomaste una corona de espinas en Tu frente manchada de sangre para que nosotros podamos llevar una corona de oro de vida.
Llevaste el madero en Tu espalda destrozada para que pudieras cargar con nuestras iniquidades y no recordar más nuestros pecados.
Recorriste en agonía el camino del Gólgota para que nosotros podamos correr con entereza la carrera que tenemos por delante.
Fuiste despojado de Tus vestiduras para que nosotros podamos ser revestidos con las vestiduras de la salvación.
Extendiste tus manos para que las nuestras se levanten y aplaudan de alegría.
Fuiste llevado como un cordero al matadero para que nosotros podamos venir a la cena de las bodas del Cordero.
Oh, Señor Jesús, que nuestros cantos pascuales de celebración no terminen nunca.
Que la alabanza incesante surja de nuestros corazones para exaltarte como
resucitado para mostrar la gloria y la grandeza infinita
resucitado para vencer el pecado y la muerte para siempre
resucitado para liberar al mundo y liberar a esta creación que gime
resucitado para reinar sin fin a la derecha del Padre
resucitado para sanar
resucitado para perdonar
resucitado para dar vida más allá de la puerta de la muerte
resucitado para enjugar todas las lágrimas
resucitado para acabar con la enfermedad y el dolor para siempre
resucitado para convertir nuestra noche en día
resucitado para darnos a nosotros y a nuestros hijos una esperanza eterna
Ninguna canción de Pascua puede expresar suficientemente nuestra alegría.
Los aleluyas eternos no bastan para completar Tu alabanza.
Ninguna ofrenda que podamos hacer se compara con Tu valor.
Sin embargo, con todo nuestro corazón y toda nuestra alma decimos
Sé exaltado, oh Dios, por encima de los cielos.
¡Sé exaltado Señor Jesús por encima de todos los deseos mundanos!
¡Sé exaltado por encima de todos los tesoros terrenales!
¡Que Tu gloria sea sobre toda la tierra!
Y que Tu pueblo arroje sus coronas ante Ti, nuestro Cordero resucitado,
en cuyo nombre oramos.
Amén.
Una Oración de Alabanza por el Triunfo de Cristo
Mientras celebras la Pascua este año, que esta oración te anime a dar forma a tus oraciones personales de alabanza y te sirva en las oportunidades que puedas tener para orar con tu familia y con otros.