A mis nietos les encanta que les lean y la prueba está repartida por toda su casa: libros por todas partes. Les encanta una buena historia llena de tramas emocionantes, giros, personajes interesantes, lecciones de vida conmovedoras, todo ello transmitido con coloridas ilustraciones. Pero por mucho que se enriquezcan con estas maravillosas historias, necesitan que se les lea algo que les aporte mucho más que un cuento. Por eso agradezco que Algo Más que una historia forme parte de la rutina de lectura de los mayores.
¿Qué dicen los padres y los niños sobre este recurso bíblico? He aquí una pequeña muestra,
Mi hijo menor (Jack, de 11 años) está a uno o dos días de terminar Algo Más que una historia en su tiempo bíblico matutino. Cuando le pregunté sobre él, dijo: "Pone las historias bíblicas en términos más sencillos y muestra las verdades bíblicas que puedes aprender de ellas. Me ha gustado mucho, y me han gustado las cosas que hay al final, para orar o pensar".
Reagan (10 años): "Me gustó mucho esta Biblia porque muestra la perfección de Dios y lo paciente, misericordioso y fiel que es. También me gustó cómo muestra nuestra necesidad de Dios".
Caleb (8 años): "Me gustó la forma en que explica las cosas y cómo muestra el carácter de Dios: Él es fiel, misericordioso e inmutable".
Daniela (9 años): Al final de cada historia real nos enseña que Dios siempre sabe más. Debemos confiar en Él ya que tiene el plan correcto para nosotros. Hay cosas en el Antiguo Testamento que hablan de la venida de Jesús. Como cuando Abraham puso a Isaac en el altar y fue como un símbolo de que Jesús sería el sacrificio algún día. Dios siempre es bueno. Él cumple sus promesas sin importar el tiempo que tome. Así que debemos creer y confiar en Él.
Se lo leo todas las noches a nuestro hijo de 12 años, Micah. Le encanta escucharlo porque le ayuda a entender mejor su lectura de la Biblia en un año... Lo que más le gusta a Micah son las ilustraciones. Me encanta el enfoque en la aplicación de las verdades a través de preguntas y oración para interiorizar la lección y hacerla real y pertinente.
Puedes leer más testimonios aquí. Todo esto para decir que, si aún no lo has hecho, pon Algo Más que una historia en tu lista de lecturas de verano para niños y cuéntaselo a otros en tu iglesia. (Los ancianos de una iglesia compraron ejemplares para todas sus familias, ¡qué gran regalo de discipulado!) Bendiga a una familia misionera con un ejemplar. Utilícelo como una herramienta de alcance evangelístico para presentar a otros el mensaje de la Biblia.