Aunque no suele ser una situación ideal, muchas aulas de la iglesia están formadas por niños de varias edades. Actualmente enseño a un grupo de más de 70 estudiantes cuyas edades oscilan entre el jardín de infantes y el sexto grado. Decir que esto es un reto es quedarse corto, pero es factible y, con una cuidadosa previsión y preparación, puede ser una experiencia maravillosa tanto para el profesor como para los alumnos.
He aquí algunos consejos que he aprendido por el camino:
- Dedica más tiempo a leer y preparar tu lección. Suelo hacer un primer repaso de la lección con un par de semanas de antelación.
- Busca oportunidades específicas para involucrar a diferentes edades a lo largo de la lección. Por ejemplo, haga que los niños más pequeños o los prelectores ayuden con una ilustración o sostengan un elemento visual. Haga que los niños mayores lean versículos o participen en ilustraciones más difíciles de la lección.
- Esté preparado para definir términos de más de una manera, tanto simples como más complejos.
- En ocasiones, diríjase a diferentes edades y formule preguntas concretas: "Alumnos de quinto y sexto grado, ¿qué problema está señalando Jesús en estos versículos?".
- Si es necesario, modifique las ilustraciones de las lecciones para hacerlas más aplicables a las distintas edades. Una ilustración presentada en un plan de estudios de primer grado puede parecer infantil a un alumno de sexto. Proporcione un ejemplo adicional que exponga el mismo punto pero que se aplique a niños mayores.
- Escriba las palabras clave en una pizarra o cartel. Utiliza rotuladores de distintos colores: es sorprendente lo mucho que puede ayudar a los niños más pequeños añadir algunos elementos visuales coloridos.
- Utilice una caja o bolsa de regalo visualmente atractiva para guardar los elementos visuales que se utilizarán durante la lección.
- Presente las historias/versículos bíblicos utilizando pistas visuales. Ejemplo: Antes de pedir a los niños que recordaran la desobediencia de Moisés al golpear la roca para conseguir agua para los israelitas, primero elegí a tres niños de seis años para que vinieran y abrieran bolsas de regalo con pistas en su interior: una roca, un palo y una botella de agua. Esta sencilla adición ayudó a centrar la atención tanto de los alumnos más jóvenes como de los mayores.
- Considera la posibilidad de utilizar algún método interactivo para destacar un versículo clave de la lección. Yo utilizo algo que llamo "Construye un versículo".
" Escribe un versículo en una cartulina grande. Corta el versículo en secciones de palabras individuales (de seis a diez secciones, dependiendo del tamaño de tu clase). Reparte las secciones a los niños más pequeños y pídeles que se coloquen en orden aleatorio en la parte delantera de la clase. Da a los mayores la referencia del versículo y pídeles que lo busquen lo antes posible en sus Biblias. Pídeles que den órdenes verbales a los niños más pequeños para que coloquen las secciones del versículo en el orden correcto (los niños se mueven de un lugar a otro). ¡A los niños les encanta hacer esto!
Ahora estoy en mi tercer año de enseñar el currículo Truth78 en una clase multiedad. Aunque a veces ha sido un reto, me encanta, y creo que también hay beneficios para los estudiantes, ya que interactúan con una gama más amplia de edades.