Nacido niño y rey

Nacido niño y rey

Me encantan los villancicos. Me sirven para recordar la incomparable grandeza de la historia redentora, que encuentra su perfecto cumplimiento en la persona y la obra de Cristo. Pero, con demasiada frecuencia, no aprovechamos la oportunidad para instruir a nuestros hijos en la riqueza teológica de estos villancicos.
 
Esto no tiene por qué ser excesivamente complicado, especialmente con los niños más pequeños. Puede ser tan sencillo como examinar juntos un villancico, buscando tres "puntos de referencia" teológicos que pongan de relieve la persona y la obra de Cristo.
 
El pesebre   
 
Jesús, Hijo de Dios y plenamente Dios, vino a la tierra tomando carne humana como un bebé indefenso. El Salvador largamente esperado, nacido de una virgen en Belén. (Juan 1:1, 14; Isaías 7:14; Miqueas 5:2)
 
vástago del vientre de la Virgen:
velada en carne la divinidad ver;
salve a la Deidad encarnada,
que se complace en habitarnos en la carne,
Jesús, nuestro Emanuel. (Canten los ángeles heraldos)
 
La cruz 
 
Jesús, el Cordero de Dios, que vino a morir en la cruz, cargando con la justa ira de Dios en favor de su pueblo pecador, para que nos reconciliáramos con Dios. (Juan 1:29; 2 Corintios 5:21; Colosenses 1:13)
 
De las profundidades del infierno salva a tu pueblo
Y dales la victoria sobre la tumba. (Ven, ven, Emmanuel)
 
El trono 
 
Jesús reina ahora como Rey de reyes y Señor de señores. Jesús aparecerá de nuevo para juzgar al mundo y establecer Su reino perfecto donde Su pueblo vivirá para siempre con Él. (Lucas 1:32-33; Mateo 25:31-34, 41,46)
 
Nacido niño y, sin embargo, rey
Nacido para reinar en nosotros para siempre
Trae ahora tu reino de gracia (Ven, Jesús tan esperado)
 
Así que tómate unos minutos esta Navidad para sentarte con tus hijos y ayudarles a buscar y descubrir el rico y maravilloso significado del pesebre, la cruz y el trono. Y no olvides hacer hincapié en lo que estos descubrimientos deben inspirar y producir en nuestros corazones,
 
Venid, adoremos a Cristo, el Señor.
 
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