Todavía recuerdo con claridad las imágenes y los sonidos de una de las tradiciones de Nochebuena de mi familia. Nos reuníamos en el salón y mis padres ponían Christmas Sing-Along with Mitch en el tocadiscos. Con las hojas de las canciones en la mano, cantábamos los hermosos y alegres villancicos. A día de hoy, es un dulce recuerdo de mi infancia. Las tradiciones pueden servir como herramientas poderosas y conmovedoras para transmitir ciertos valores de una generación a otra.
He aquí unas palabras de Sally Michael sobre las tradiciones navideñas y los niños:
Junto con nuestras conversaciones sobre los regalos que haremos, es bueno preguntarse cómo acercamos a Cristo a nuestros hijos en esta temporada. Así como establecer una rutina diaria ayuda a mantener el discipulado como una prioridad en nuestros hogares, también establecer tradiciones familiares nos ayuda a aprovechar al máximo las oportunidades que tenemos durante estas temporadas especiales del año.Muchas familias ya tienen tradiciones navideñas que esperan con ilusión, como decorar el árbol, colgar los calcetines, tomar chocolate caliente, hornear galletas, abrir los regalos y reunirse con la familia para cenar. Las familias cristianas pueden leer el cuento de Navidad, utilizar un calendario de Adviento o asistir al servicio de Nochebuena en la iglesia como parte de su tradición. La cuestión es que la simple repetición establece tradiciones que se recuerdan y a menudo se valoran para toda la vida.Dado que las tradiciones pueden abarcar varias generaciones, merece la pena esforzarse por inventarlas y planificarlas con propósito, contenido y claridad. Las tradiciones crean recuerdos. Por lo tanto, es prudente considerar qué recuerdo estamos creando, y si es un recuerdo que queremos reforzar cada año.¿Qué pensamientos queremos que tengan nuestros hijos dentro de treinta años cuando se enciendan las luces de Navidad y la música de esta temporada llene el aire? ¿Qué pensamientos de Dios y de devoción hacia Cristo queremos que se desencadenen en la mente de nuestros hijos?
Este último párrafo es el más importante. Sí, hay muchas tradiciones divertidas y memorables que se pueden establecer y celebrar en la época navideña. Pero, en última instancia, ¿estamos dando prioridad a las tradiciones que servirán para ayudar a nuestros hijos y nietos a atesorar a Cristo por encima de todo? Incluso las tradiciones más sencillas que se inician cuando los niños son muy pequeños pueden servir para señalar a nuestros hijos el tesoro superior de Jesús.
